Las 20 setas comestibles más populares en Reino Unido
Reino Unido El clima diverso y los suelos fértiles de la región constituyen un hábitat próspero para una gran variedad de hongos. En esta obra se muestran las 20 setas comestibles más comunes que se encuentran aquí, cada una con su aspecto, hábitat nativo, perfil de sabor y usos culinarios únicos. Como las distintas culturas tienen sus favoritas, esta guía pretende reflejar la riqueza de la flora micológica de Reino Unido y su importancia culinaria. Adéntrese en el fascinante mundo de estos increíbles comestibles, respaldado por nuestro conocimiento colectivo de fuentes fiables.
* Aviso legal: El contenido de los comentarios NO PUEDE utilizarse como base a la hora de COMER PLANTAS. Algunas plantas son MUY VENENOSAS. Compre plantas comestibles a través de canales oficiales.
Las setas comestibles más populares
1. Oreja de judas
La oreja de judas es un hongo comestible que posee una peculiar forma de oreja humana y que podemos encontrar sobre ramas muertas de alcornoques o saucos en zonas de elevada humedad. La seta es valorada en gastronomía, suele consumirse sola o en ensaladas.
2. Lacaria lacada
El lacaria lacada es una especie bastante variable en cuanto a color y forma, pero se puede distinguir por rasgos como su color rojizo o naranja de su sombrero y sus láminas, entre blanquecinas y rosadas. No es especialmente apreciada, ya que su sabor es bastante mediocre.
3. Rúsula blanco-ocrácea
Si bien no es una especie tóxica, se considera a la rúsula blanco-ocrácea como una especie no comestible, debido a la textura correosa y el sabor escaso de su carne. Aparece entre el verano y el otoño en bosques de toda clase. Aunque se lo puede confundir con otras especies, ninguna de éstas es tampoco tóxica.
4. Oronja vinosa
La oronja vinosa aparece entre el verano y fines del otoño, presentando sin embargo variaciones muy importantes en su aspecto, que hacen difícil reconocerla. Puede confundirse, por ejemplo, con la Amanita pantherina, de aspecto similar pero carente de los tonos violáceos que caracterizan a la oronja vinosa. Este hongo contiene, curiosamente, más toxinas que la famosamente tóxica Amanita phalloides.
5. Falo hediondo
El falo hediondo (Phallus impudicus) es un hongo terriblemente apestoso cuya seta vive durante muy poco tiempo. La razón por la que huele así, es porque no es capaz de esparcir sus esporas por sí mismo, y necesita atraer insectos para que ellos hagan el trabajo.
6. Cuesco de lobo
Si no lo era totalmente cuando todavía no ha madurado y su carne es enteramente blanca, el cuesco de lobo se vuelve tóxico al consumo una vez que su carne se torna marrón y empieza a liberar esporas. La inhalación abundante de estas esporas puede causar irritación pulmonar.
7. Plúteo cervino
El epíteto cervinus, de Pluteus cervinus significa “parecido al ciervo”, haciendo referencia al color pardo de su superficie, similar al de estos animales. El plúteo cervino crece en tocones en descomposición o en troncos de coníferas. No es especialmente apreciado como comestible.
8. Colibía Butirácea
Una especie no considerada como comestible, el colibía Butirácea no posee un especial interés culinario por tener un sabor prácticamente nulo. Aparece en bosques de coníferas entre el verano y el otoño, y tiene la particularidad de ser muy flexible: es posible darle tres cuartos de vuelta a su pedicelo (el 'tallo') sin que éste se rompa.
9. Boleto de carne amarilla
A pesar de ser totalmente comestible y poseer un sabor y olor agradables, el boleto de carne amarilla es poco apreciado dentro del mundo de la gastronomía, ya que su carne tiene una consistencia demasiado esponjosa que resulta desagradable para muchos. El epíteto chrysenteron de su nombre en latín (Xerocomellus chrysenteron) significa “carne dorada”, en referencia al tono amarillento de su interior.
10. Higróforo níveo
El higróforo níveo es una especie muy extendida que presenta una característica carne acuosa y láminas espaciadas y decurrentes. Su capacidad de absorción de sustancias tóxicas hace necesario un estudio del suelo donde crece. El higróforo níveo se asemeja mucho a determinados clitocibles blancos como el phyllophila o el rivulosa.
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