


Las 20 setas comestibles más populares en aquí
Sumergiéndose en los exuberantes y fértiles paisajes de aquí, una región que florece con una plétora de setas comestibles, nuestra guía revela las principales variedades de 20. Combinando sabores tentadores con texturas únicas, cada variedad florece en hábitats específicos, ofreciendo un manjar delicioso para los entusiastas de la comida. Explore las distintas formas, colores y usos culinarios que le esperan en este reino repleto de hongos, enriqueciendo sus conocimientos gastronómicos y sentando las bases para identificar, recolectar y cocinar con confianza estas maravillas de la naturaleza.
* Aviso legal: El contenido de los comentarios NO PUEDE utilizarse como base a la hora de COMER PLANTAS. Algunas plantas son MUY VENENOSAS. Compre plantas comestibles a través de canales oficiales.

Las setas comestibles más populares

1. Pollo del bosque
La pollo del bosque (Laetiporus sulphureus), es un hongo muy notable por su gran tamaño y vivos tonos anaranjados a los que debe su nombre común. Crece en las heridas de los árboles, a los que acaba destruyendo. Su carne es muy abundante, existiendo ejemplares que superan los 20 kilogramos.

2. Matacandil
El matacandil es una seta muy apreciada entre los aficionados a la recolección de setas. Una vez abierta, tiene un aspecto similar a la Macrolepiota rhacodes, aunque esta es ligeramente tóxica: en caso de confusión, es mejor desecharla puesto que ya estará pasada en cualquier caso.

3. Oreja de judas
La oreja de judas es un hongo comestible que posee una peculiar forma de oreja humana y que podemos encontrar sobre ramas muertas de alcornoques o saucos en zonas de elevada humedad. La seta es valorada en gastronomía, suele consumirse sola o en ensaladas.

4. Carbonera
La carbonera no tiene un interés gastronómico especialmente notable (o por lo menos no tanto como otras de su especie), pero es una especie muy curiosa de ver por su sombrero de color azul violáceo o verde oliva, que se vuelve amarillento al ser herido. Aparece entre el verano y el otoño en bosques de hoja caduca, prefiriendo los bosques de hayas.

5. Boleto reticulado
La boleto reticulado es una especie de seta estival comestible que puede recogerse desde el verano hasta el otoño en los bosques de frondosas de toda Europa. Descrita por primera vez en 1774, es una de las setas silvestres más buscadas y utilizadas en la cocina mediterránea. Históricamente asociada a varias especies de robles, también crece cerca de hayas, encinas, castaños, incluso abetos y pinos. La boleto reticulado crece de manera abundante en algunas zonas de Francia.

6. Oronja vinosa
La oronja vinosa aparece entre el verano y fines del otoño, presentando sin embargo variaciones muy importantes en su aspecto, que hacen difícil reconocerla. Puede confundirse, por ejemplo, con la Amanita pantherina, de aspecto similar pero carente de los tonos violáceos que caracterizan a la oronja vinosa. Este hongo contiene, curiosamente, más toxinas que la famosamente tóxica Amanita phalloides.

7. Boleto cetrino
El boleto cetrino suele aparecer en cualquier tipo de bosque de suelo calizo. Se trata de una seta comestible, pero tóxica en crudo. El género engloba muchas especias semejantes y difícilmente diferenciables. Este hongo se suele confundir con el Boletus Erythropus, que carece de la característica retícula en el pie de su congénere.

8. Boleto punteado
El boleto punteado es una especie caracterizada por el color marrón aterciopelado de su sombrero y por las salpicaduras rojas del pie. Se trata de una seta temprana que puede aparecer en veranos húmedos, fructificando normalmente en hayedos y bosques caducifolios. El boleto punteado sin embargo, no debe consumirse y cuyo aspecto puede no resultar demasiado atractivo tras la cocción de la seta.

9. Boleto abollado
El boleto abollado (Leccinellum pseudoscabrum) es caracterizado por ser un hongo que habita en hayedos, su sombrero es marrón y por lo general cuarteado, sus poros blancos y su carne se enrojece al estar al aire. Su aparición empieza a verse con el comienzo de las fuertes lluvias y muy rara vez aparece en pleno invierno.

10. Políporo escamoso
El políporo escamoso (Cerioporus squamosus) es un hongo de tamaño bastante grande, que prefiere las maderas muertas o árboles en decadencia. Los ejemplares jóvenes no son altamente tóxicos, pero a medida que envejecen se tornan duros e incomestibles, de ahí su nombre squamosus por la textura coriácea que alcanzan. No obstante, estas características lo hacen uno de los pocos hongos de los que se obtiene papel. Otro dato curioso es que su carne huele parecido a la parte blanca de la sandia, esa que normalmente no nos comemos.
Más