Las 20 setas comestibles más populares en Virginia
Descubra el placer de la micología explorando 20 de las setas comestibles más frecuentes en el verde ecosistema del centro-norte de Virginia. Conocido por sus densas zonas boscosas, prósperos lagos y temperaturas frescas, Virginia ofrece un entorno idílico para numerosas especies de hongos. Esta guía introductoria profundiza en el aspecto, el sabor, los usos culinarios y los hábitats de estas setas predominantes, ofreciéndole una comprensión exhaustiva de su importancia en el terreno local. Deleite su vista y abra el apetito en su viaje por el variado paisaje de setas de Virginia.
* Aviso legal: El contenido de los comentarios NO PUEDE utilizarse como base a la hora de COMER PLANTAS. Algunas plantas son MUY VENENOSAS. Compre plantas comestibles a través de canales oficiales.
Las setas comestibles más populares
1. Pedo de lobo piriforme
Una especie que suele crecer sobre madera en descomposición, el pedo de lobo piriforme suele tener adeptos, pero no se consume, al ser potencialmente tóxico. Aparece en grandes cantidades en el otoño, liberando sus esporas antes del invierno. Este hábito de liberar explosivamente sus esporas es lo que le ha ganado su curioso nombre común: ‘pedo de lobo’.
2. Matacandil
El matacandil es una seta muy apreciada entre los aficionados a la recolección de setas. Una vez abierta, tiene un aspecto similar a la Macrolepiota rhacodes, aunque esta es ligeramente tóxica: en caso de confusión, es mejor desecharla puesto que ya estará pasada en cualquier caso.
3. Pollo del bosque
La pollo del bosque (Laetiporus sulphureus), es un hongo muy notable por su gran tamaño y vivos tonos anaranjados a los que debe su nombre común. Crece en las heridas de los árboles, a los que acaba destruyendo. Su carne es muy abundante, existiendo ejemplares que superan los 20 kilogramos.
4. Hongo coral
El hongo coral (Hericium coralloides), es un hongo que crece en maderas duras muertas. Curiosamente, ha aparecido en estampas postales en dos ocasiones, en 2010 en Bielorrusia y en 2002 en nueva Zelanda.
5. Armilaria de color miel
El armilaria de color miel suele crecer en la base de los troncos de los árboles, siendo capaz de pudrir las raíces de muchos de ellos. Esto crea una infección que impide que los árboles absorban los nutrientes necesarios para vivir, muriendo finalmente de inanición.
6. Cuesco de lobo
Si no lo era totalmente cuando todavía no ha madurado y su carne es enteramente blanca, el cuesco de lobo se vuelve tóxico al consumo una vez que su carne se torna marrón y empieza a liberar esporas. La inhalación abundante de estas esporas puede causar irritación pulmonar.
7. Higróforo rojo pequeño
Entre los cardos se puede ver brotar al higróforo rojo pequeño, con un sombrero levemente acampanado, casi plano, rojo y llamativo. Tiene el peligro de poder confudirse con otras especies mortales, por lo que no se recomienda su consumo.
8. Peziza anaranjada
Como si de una flor de papel o 'piel de naranja' se tratase, el peziza anaranjada sale de la tierra como una flor que distrae a los incautos. Con un color naranja intenso, se adentra sobre sí, haciendo múltiples formas redondeadas y cerrándose, como una flor con varios pétalos, sobre el suelo.
9. Boleto calabaza
3. Normalmente confundido con el boletus amargo (Tylopilus felleus), el boleto calabaza es un hongo notablemente apreciado por su sabor y textura. De hecho, su nombre en latín (Boletus edulis) ya nos indica que es apta para el consumo, pues edulis significa “comestible”. Se puede utilizar tanto para preparar platos cocinados como para las conservas, ya sean en vinagre o en aceite.
10. Cortinario violeta
El cortinario violeta llega a tener un sombrero de hasta 12 cm de diámetro. Como si fuera poco, suele tener un color gris intenso que llega al azul y por eso se le conoce como "violeta", ya que tiene una difusión casi ilusoria al ojo. También tiene láminas grandes y un pie grueso.
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