Las 20 setas comestibles más populares en Madrid
Madrid, o Madrid, no sólo es conocida por su vibrante cultura y su rica historia, sino también por su variedad de setas comestibles locales. Esta ciudad ofrece una gran variedad de hábitats, desde parques a tierras de cultivo, que son perfectos para el cultivo de setas. A continuación, descubriremos 20 de los hongos comestibles más reconocidos en Madrid, compartiendo información sobre su aspecto, sabor, usos culinarios y dónde es probable que pueda encontrarlos. Prepárese para explorar la parte más sabrosa del patrimonio natural de Madrid.
* Aviso legal: El contenido de los comentarios NO PUEDE utilizarse como base a la hora de COMER PLANTAS. Algunas plantas son MUY VENENOSAS. Compre plantas comestibles a través de canales oficiales.
Las setas comestibles más populares
1. Volvaria vistosa
La volvaria vistosa o Volvopluteus gloiocephalus recibe su nombre científico de los términos griegos gloia y kephale, que significan respectivamente “sustancia gomosa” y “cabeza”, haciendo clara referencia a la notable apariencia viscosa de esta seta. Su sabor no posee mucha fama ni se recomienda su uso. Debido a las pequeñas branquias blancas que posee es fácil confundirla con las Amanita, setas especialmente tóxicas.
2. Pie violeta
El pie violeta tiene un sombrero chato, con muy poca elevación, que va del beige al gris. Es oloroso y carnoso y crece en grupos. Su nombre hace referencia a los tonos violáceos que puede mostrar en el pie, llegando también a colores más azulados. Hay que tener cuidado porque puede absorber toxinas de la carretera.
3. Matacandil
El matacandil es una seta muy apreciada entre los aficionados a la recolección de setas. Una vez abierta, tiene un aspecto similar a la Macrolepiota rhacodes, aunque esta es ligeramente tóxica: en caso de confusión, es mejor desecharla puesto que ya estará pasada en cualquier caso.
4. Oreja de judas
La oreja de judas es un hongo comestible que posee una peculiar forma de oreja humana y que podemos encontrar sobre ramas muertas de alcornoques o saucos en zonas de elevada humedad. La seta es valorada en gastronomía, suele consumirse sola o en ensaladas.
5. Senderuela
La senderuela es una de las setas más comunes a lo largo del año, apareciendo desde la primavera hasta el otoño. Suele encontrarse en prados donde se ha depositado abono recientemente, y habitualmente formando grandes grupos. Su carne tiene la particularidad de oler a almendras amargas cuando se le hiere.
6. Pie azul
La pie azul recibe diferentes denominaciones según la región en la que se busque. En Valladolid, por ejemplo, es la seta de pie azul, en Mallorca la nazarena del bosque y en Cataluña se la conoce con el cariñoso apelativo de blaveta (azulita), por su característico color azulado o violáceo. Puede resultar levemente tóxica.
7. Parasol
El parasol, es un hongo muy apreciado por los observadores casuales. Fácil de encontrar junto a los caminos o en claros del bosque, no se debe confundir con la Macrolepiota rhacodes, de aspecto similar pero más rojizo en el corte y bastante más tóxico para el ser humano.
8. Champiñón silvestre
El champiñón silvestre suele aparecer en prados o pinares a principios de la primavera y, si el año le es propicio, también a finales del verano. Se cree que podrían ser comestibles cuando están jóvenes, aunque existe el riesgo de confundirlos con las muy tóxicas setas del género Amanita. No se debe comer los ejemplares que crecen en campos abonados químicamente, pues esto puede volverlas tóxicas rápidamente.
9. Seta de cardo
El seta de cardo es bastante conocido y popular en ciertos círculos gastronómicos, con grupos de adeptos que van desde Europa hasta China. Se reconocen por su pie blanquecino, firme y grueso, con un sombrero mucho más pequeño, prácticamente aplanado y marcado con un color marrón distintivo del resto.
10. Seta de chopo
El seta de chopo es un hongo sapróbico que suele aparecer en tocones de sauces y álamos, así como en árboles moribundos o astillas de madera. Este hongo presenta un sabor a nuez, es comestible y se ha cultivado desde la Grecia y la Roma clásica. Hoy en día, sigue siendo apreciado en la gastronomía oriental.
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