Las 20 setas comestibles más populares en veses
Sumérjase en el encantador mundo de los hongos con nuestra completa guía de las 20 setas comestibles más comunes en veses. Perfectamente enclavadas en una miríada de hábitats, estas joyas fungívoras poseen características distintivas que varían en apariencia, sabor y usos culinarios. Cada seta cuidadosamente seleccionada no es sólo un festín para la vista, sino una experiencia gastronómica única que deleita las papilas gustativas y, al mismo tiempo, ofrece impresionantes beneficios para la salud. ¿Listo para la exploración definitiva de las setas? Empecemos.
* Aviso legal: El contenido de los comentarios NO PUEDE utilizarse como base a la hora de COMER PLANTAS. Algunas plantas son MUY VENENOSAS. Compre plantas comestibles a través de canales oficiales.
Las setas comestibles más populares
1. Carbonera
La carbonera no tiene un interés gastronómico especialmente notable (o por lo menos no tanto como otras de su especie), pero es una especie muy curiosa de ver por su sombrero de color azul violáceo o verde oliva, que se vuelve amarillento al ser herido. Aparece entre el verano y el otoño en bosques de hoja caduca, prefiriendo los bosques de hayas.
2. Rebozuelo
Normalmente confundida con la Hygrophoropsis aurantiaca, la rebozuelo posee un agradable sabor, y se puede utilizar como condimento en multitud de platos, sobre todo aquellos que contengan carne. Posee diminutas trazas de amanitinas (sustancia venenosa), pero para que genere un efecto tóxico se deberían consumir cientos de kilos de esta seta.
3. Oronja vinosa
La oronja vinosa aparece entre el verano y fines del otoño, presentando sin embargo variaciones muy importantes en su aspecto, que hacen difícil reconocerla. Puede confundirse, por ejemplo, con la Amanita pantherina, de aspecto similar pero carente de los tonos violáceos que caracterizan a la oronja vinosa. Este hongo contiene, curiosamente, más toxinas que la famosamente tóxica Amanita phalloides.
4. Parasol
El parasol, es un hongo muy apreciado por los observadores casuales. Fácil de encontrar junto a los caminos o en claros del bosque, no se debe confundir con la Macrolepiota rhacodes, de aspecto similar pero más rojizo en el corte y bastante más tóxico para el ser humano.
5. Cuesco de lobo
Si no lo era totalmente cuando todavía no ha madurado y su carne es enteramente blanca, el cuesco de lobo se vuelve tóxico al consumo una vez que su carne se torna marrón y empieza a liberar esporas. La inhalación abundante de estas esporas puede causar irritación pulmonar.
6. Rúsula comestible
La rúsula comestible es un hongo muy extendido en los bosques caducifolos de la Europa continental y de América del Norte. Se trata de una especie que puede ser consumida incluso en crudo. La rúsula comestible es muy variable en su coloración, pudiendo presentar tonalidades rojizas o beiges, con notas marrones y verdes.
7. Plúteo cervino
El epíteto cervinus, de Pluteus cervinus significa “parecido al ciervo”, haciendo referencia al color pardo de su superficie, similar al de estos animales. El plúteo cervino crece en tocones en descomposición o en troncos de coníferas. No es especialmente apreciado como comestible.
8. Rúsula atropurpúrea
La rúsula atropurpúrea es un hongo grande y bastante común caracterizado por un sombrero casi negro en su centro y púrpura en los bordes. Esta especie puede ser hallada bajo árboles frondosos y pino, con los que establece relaciones simbióticas. El rúsula atropurpúrea presenta un ligero olor a suave a manzanas, aunque no se debe de consumir, especialmente por la similitud que puede presentar con especies tóxicas.
9. Rúsula adusta
La rúsula adusta es una especie que fructifica en bosques de coníferas entre primavera y otoño. Posee un característico sombrero convexo y agrietado, y un pie de color gris blanquecino. La rúsula adusta posee un característico olor a barricas de vino viejas, aunque no por ello se le puede considerar una especie comestible.
10. Boleto de carne amarilla
A pesar de ser totalmente comestible y poseer un sabor y olor agradables, el boleto de carne amarilla es poco apreciado dentro del mundo de la gastronomía, ya que su carne tiene una consistencia demasiado esponjosa que resulta desagradable para muchos. El epíteto chrysenteron de su nombre en latín (Xerocomellus chrysenteron) significa “carne dorada”, en referencia al tono amarillento de su interior.
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