Las 20 setas comestibles más populares en Montana
Montana, conocido cariñosamente como Montana, ofrece un hábitat ideal para una gran variedad de setas, debido a sus zonas húmedas y boscosas. Esta completa guía sobre las 20 setas comestibles más comunes en Montana será enriquecedora tanto para los buscadores de setas aficionados como para los entusiastas de las setas. Destaca las características únicas de cada seta, sus sabores, hábitats y usos culinarios, y se centra en un viaje educativo y atractivo al reino de los hongos. Adéntrese en los antiguos bosques de Montana y descubra el delicioso mundo de las setas comestibles.
* Aviso legal: El contenido de los comentarios NO PUEDE utilizarse como base a la hora de COMER PLANTAS. Algunas plantas son MUY VENENOSAS. Compre plantas comestibles a través de canales oficiales.
Las setas comestibles más populares
1. Matacandil
El matacandil es una seta muy apreciada entre los aficionados a la recolección de setas. Una vez abierta, tiene un aspecto similar a la Macrolepiota rhacodes, aunque esta es ligeramente tóxica: en caso de confusión, es mejor desecharla puesto que ya estará pasada en cualquier caso.
2. Hongo coral
El hongo coral (Hericium coralloides), es un hongo que crece en maderas duras muertas. Curiosamente, ha aparecido en estampas postales en dos ocasiones, en 2010 en Bielorrusia y en 2002 en nueva Zelanda.
3. Senderuela
La senderuela es una de las setas más comunes a lo largo del año, apareciendo desde la primavera hasta el otoño. Suele encontrarse en prados donde se ha depositado abono recientemente, y habitualmente formando grandes grupos. Su carne tiene la particularidad de oler a almendras amargas cuando se le hiere.
4. Parasol
El parasol, es un hongo muy apreciado por los observadores casuales. Fácil de encontrar junto a los caminos o en claros del bosque, no se debe confundir con la Macrolepiota rhacodes, de aspecto similar pero más rojizo en el corte y bastante más tóxico para el ser humano.
5. Cuesco de lobo
Si no lo era totalmente cuando todavía no ha madurado y su carne es enteramente blanca, el cuesco de lobo se vuelve tóxico al consumo una vez que su carne se torna marrón y empieza a liberar esporas. La inhalación abundante de estas esporas puede causar irritación pulmonar.
6. Lepiota púdica
El lepiota púdica goza de buena fama, pero hay que tener cuidado a la hora de recolectarla, ya que es fácilmente confundible con la Amanita virosa, de gran toxicidad. Aparece entre el verano y el otoño, muchas veces formando grandes colonias, en todo suelo que sea rico en materia orgánica (desde bosques hasta jardines).
7. Hidno escamoso
El hidno escamoso es un hongo que suele aparecer en bosques de coníferas de suelo arenoso. Suele ser desechada como comestible por su sabor amargo, aunque la cocción en los ejemplares jóvenes suele mitigarlo. En el este de Europa se deseca y emplea para la elaboración de condimentos.
8. Calvatia sculpta
El bejín—en forma de huevo o pera—es de color blanco tienen un tamaño de 8 a 15 cm de alto por 8 a 10 cm de ancho. La capa externa del tejido, conocido como el exoperidio, está cubierta en la superficie exterior con verrugas puntiagudas con forma piramidal largos y distintivos, ya sea erguido o inclinado sobre y, a veces conectados a la punta con otras verrugas. Las verrugas tienen líneas horizontales paralelas hacia la base. El micólogo David Arora opinó que C. sculpta se asemejan a "un cruce entre un domo geodésico y una gota gigante de merengue". En edad el Peridio se sacude y expone una masa de esporas de color marrón. El interior del bejín, la gleba, es firme y de color blanco amarillento cuando es joven, pero poco a poco llega a estar polvoriento y toma un color oliva-marrón intenso a medida que madura. Las esporas son más o menos esférico, de pared delgada, entre 3 a 6 micras de diámetro (aunque algunos especímenes recolectados se encuentren de 7,2 a 9,5 micras), y están cubiertos de espinas diminutas o verrugas. El uso de microscopía electrónica de barrido ha revelado que estas ornamentaciones en las esporas son típicamente de 0,95 micras de largo. La ultraestructura de las esporas se distingue entre las especies de Calvatia, y se ha utilizado para ayudar a verificar agrupaciones taxonómicas y confirmar el estado de las especies dentro del género. El Capilicio (aspero, hifas de paredes gruesas en la gleba) está septado, con ramas que son más estrechas hacia las puntas; de 3-8 micras de diámetro. Cuando se cultiva en un cultivo puro en el laboratorio, C. sculpta es bajo ciertas condiciones, capaz de hacer crecer estructuras llamados "hilos miceliales". Estos son agregados lineales de hifas por donde las "líderes" más viejas se acercan por capas rizadas de las nuevas en el "zarcillo". Los hilos miceliales proporcionan un conducto para transportar agua y nutrientes a través del material no nutritivo, lo que permite al hongo alcanzar nuevas fuentes de alimento. También están implicados en la formación de cuerpos fructíferos y esclerocios. El micelio de la especie C. sculpta puede ser inducida para formar los hilos miceliales cuando hay una barrera física permeable entre el mismo y el sustrato de agar. Las amplias hifas en el centro de los hilos de micelio contiene estructuras de proteínas de alta densidad en sus paredes celulares que su superficie tiene forma de un toro. Su función es desconocida. Calvatia sculpta produce materia extracelular (secretado fuera de la célula), enzimas de Hidrolasa conocidas como esterasas y lipasas. Estas clases de enzimas son de interés en biotecnología debido a su uso en procesos industriales.
9. Hygrophorus marzuolus
El cuerpo fructífero de este hongo presenta un sombrero de unos 10 centímetros de diámetro, de forma irregular bulboso y grueso, que se curva mucho hacia arriba cuando la seta madura. En ejemplares muy jóvenes es blanco pero conforme madura se vuelve completamente gris y negruzco. Las láminas están bastante espaciadadas, son gruesas, cerosas y ligeramente decurrentes. El pie mide entre 4 y 8 centímetros de diámetro y de 1,2 a 3 centímetros de longitud, blanco al principio y gris cuando la seta madura. Es macizo y rechoncho. Su carne es gris bajo la cutícula del sombrerillo y blanca en el resto de la seta, con un olor poco patente. La esporada en blanca.
10. Champiñón silvestre
El champiñón silvestre suele aparecer en prados o pinares a principios de la primavera y, si el año le es propicio, también a finales del verano. Se cree que podrían ser comestibles cuando están jóvenes, aunque existe el riesgo de confundirlos con las muy tóxicas setas del género Amanita. No se debe comer los ejemplares que crecen en campos abonados químicamente, pues esto puede volverlas tóxicas rápidamente.
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