Las 20 setas comestibles más populares en San Luis Río Colorado
Adéntrese en la cautivadora extensión de San Luis Río Colorado, un paraíso rebosante de diversas especies de hongos. Las condiciones climáticas únicas de este lugar favorecen el crecimiento de numerosas setas comestibles, cada una con características distintivas y sabores tentadores. En esta guía informativa, exploraremos las 20 setas comestibles más omnipresentes en San Luis Río Colorado, profundizando en sus aspectos únicos, ricos sabores, hábitats preferidos y aplicaciones culinarias potenciales. Prepárese para desenterrar un mundo de setas que promete mejorar sus aventuras gastronómicas y ampliar sus conocimientos micológicos.
* Aviso legal: El contenido de los comentarios NO PUEDE utilizarse como base a la hora de COMER PLANTAS. Algunas plantas son MUY VENENOSAS. Compre plantas comestibles a través de canales oficiales.
Las setas comestibles más populares
1. Volvaria vistosa
La volvaria vistosa o Volvopluteus gloiocephalus recibe su nombre científico de los términos griegos gloia y kephale, que significan respectivamente “sustancia gomosa” y “cabeza”, haciendo clara referencia a la notable apariencia viscosa de esta seta. Su sabor no posee mucha fama ni se recomienda su uso. Debido a las pequeñas branquias blancas que posee es fácil confundirla con las Amanita, setas especialmente tóxicas.
2. Matacandil
El matacandil es una seta muy apreciada entre los aficionados a la recolección de setas. Una vez abierta, tiene un aspecto similar a la Macrolepiota rhacodes, aunque esta es ligeramente tóxica: en caso de confusión, es mejor desecharla puesto que ya estará pasada en cualquier caso.
3. Morchella rufobrunnea
El morchella rufobrunnea es un hongo sapróbico que suele hallarse en restos de madera o suelos perturbados. Se distingue por su sombrero cónico y por sus crestas pálidas y oscuras fosas, que se van amarilleando en la vejez. Recibe su nombre Morchella rufobrunnea por sus interesantes cambios de color.
4. Pie azul
La pie azul recibe diferentes denominaciones según la región en la que se busque. En Valladolid, por ejemplo, es la seta de pie azul, en Mallorca la nazarena del bosque y en Cataluña se la conoce con el cariñoso apelativo de blaveta (azulita), por su característico color azulado o violáceo. Puede resultar levemente tóxica.
5. Pedo de lobo gigante
La pedo de lobo gigante es una seta de grandes dimensiones que crece, sobre todo, en la costa oeste de EE. UU. Esta variedad puede crecer hasta alcanzar los setenta centímetros de diámetro, haciéndolos fácilmente visibles e identificables. Es una especie abundante en campos, prados abiertos, suelos cultivados y otros espacios que reciben luz solar directa. Hay que tener cuidado con esta especie puesto que puede absorber los contaminantes más comunes del suelo, como metales pesados.
6. Xerocomellus dryophilus
El xerocomellus dryophilus suele crecer en bosques de robles y, en menor medida, en bosques de otros árboles de hoja ancha, desde el verano hasta fines del otoño. Aunque es teóricamente comestible, ciertas personas pueden tener reacciones alérgicas importantes al ácido xerocómico presente en este hongo, que causa problemas gastrointestinales.
7. Agrocibe precoz
Una de las primeras especies de hongos que aparecen en el año, el agrocibe precoz se encuentra desde la primavera hasta el verano, creciendo sobre materia vegetal en descomposición. Sus ejemplares no se deben consumir. Su carne tiene un curioso olor a harina, que combina con su color blanquecino general.
8. Armilaria de color miel
El armilaria de color miel suele crecer en la base de los troncos de los árboles, siendo capaz de pudrir las raíces de muchos de ellos. Esto crea una infección que impide que los árboles absorban los nutrientes necesarios para vivir, muriendo finalmente de inanición.
9. Lycoperdon marginatum
10. Champiñón silvestre
El champiñón silvestre suele aparecer en prados o pinares a principios de la primavera y, si el año le es propicio, también a finales del verano. Se cree que podrían ser comestibles cuando están jóvenes, aunque existe el riesgo de confundirlos con las muy tóxicas setas del género Amanita. No se debe comer los ejemplares que crecen en campos abonados químicamente, pues esto puede volverlas tóxicas rápidamente.
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