Las 14 setas comestibles más populares en Manzanillo
En las profundidades del corazón de Manzanillo, existe un bastión de biodiversidad que fomenta una gran variedad de hongos. Esta lista explora las 14 setas comestibles más frecuentes en la región. Nos adentramos en los entresijos de cada especie, arrojando luz sobre su aspecto único, sus deliciosos sabores, sus hábitats preferidos y sus aplicaciones culinarias. Comprender y celebrar estos humildes hongos es crucial para preservar el rico paisaje ecológico de Manzanillo. Acompáñenos en este viaje por el conocimiento mientras descubrimos el misterio de los habitantes de la tierra de Manzanillo.
* Aviso legal: El contenido de los comentarios NO PUEDE utilizarse como base a la hora de COMER PLANTAS. Algunas plantas son MUY VENENOSAS. Compre plantas comestibles a través de canales oficiales.
Las setas comestibles más populares
1. Matacandil
El matacandil es una seta muy apreciada entre los aficionados a la recolección de setas. Una vez abierta, tiene un aspecto similar a la Macrolepiota rhacodes, aunque esta es ligeramente tóxica: en caso de confusión, es mejor desecharla puesto que ya estará pasada en cualquier caso.
2. Volvaria sedosa
El volvaria sedosa (Volvariella bombycina), es un bonito hongo conocido como volvaria sedosa haciendo referencia al aspecto sedoso de su robusto sombrerillo, cubierto de fibrillas de color blanco pardusco hacia el centro y plateado en el margen. Lo hallaréis en troncos muertos de chopo, sauces, álamos o fresnos.
3. Hongo azul
El hongo azul es una curiosa especie de seta que se da en todo el mundo, excepto Europa. Su peculiar coloración es azul y desprende un intenso olor. El látex que emana al romperse, también de color azul, cambia de color ante el contacto con el aire y se vuelve verde. Es imposible que pase desapercibida, pues, como si fuera poco, puede crecer hasta los quince centímetros de diámetro.
4. Hongo del maíz
El hongo del maíz en su juventud posee un color blanquecino, luego cobra tonalidades violetas y al final de su madurez se torna negro, por lo que se dice que ‘carboniza’ el maíz. Se va resquebrajando, a pesar de estar recubierto por una membrana muy delgada, antes de soltar sus esporas. No es recomendable su consumo gastronómico.
5. Dacryopinax spathularia
El nombre chino del pequeño dacryopinax spathularia traducido significa "dulce oreja de osmanthus" porque su forma recuerda a las pequeñas flores de ese arbusto. Una característica muy llamativa es su textura similar a la gelatina, al madurar se torna de una textura más firme y parecida al cuero.
6. Hongo ostra
El hongo ostra es un hongo bastante popular, consumido sobre todo por su agradable sabor y su fácil identificación. El epíteto latino pleurotus contenido en Pleurotus ostreatus hace referencia al breve crecimiento del pie en contraste al crecimiento de la cabeza, mucho más desarrollado.
7. Cuesco de lobo
Si no lo era totalmente cuando todavía no ha madurado y su carne es enteramente blanca, el cuesco de lobo se vuelve tóxico al consumo una vez que su carne se torna marrón y empieza a liberar esporas. La inhalación abundante de estas esporas puede causar irritación pulmonar.
8. Matacandil
El matacandil es una seta muy apreciada entre los aficionados a la recolección de setas. Una vez abierta, tiene un aspecto similar a la Macrolepiota rhacodes, aunque esta es ligeramente tóxica: en caso de confusión, es mejor desecharla puesto que ya estará pasada en cualquier caso.
9. Volvaria sedosa
El volvaria sedosa (Volvariella bombycina), es un bonito hongo conocido como volvaria sedosa haciendo referencia al aspecto sedoso de su robusto sombrerillo, cubierto de fibrillas de color blanco pardusco hacia el centro y plateado en el margen. Lo hallaréis en troncos muertos de chopo, sauces, álamos o fresnos.
10. Hongo azul
El hongo azul es una curiosa especie de seta que se da en todo el mundo, excepto Europa. Su peculiar coloración es azul y desprende un intenso olor. El látex que emana al romperse, también de color azul, cambia de color ante el contacto con el aire y se vuelve verde. Es imposible que pase desapercibida, pues, como si fuera poco, puede crecer hasta los quince centímetros de diámetro.
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