Las 12 setas más comunes en Marruecos
Envuelta por el encanto de paisajes escarpados y diversos, Marruecos es un paraíso para los aficionados a las setas. Las condiciones climáticas de esta nación norteafricana, que van desde las costas mediterráneas hasta las montañas del Atlas y el desierto del Sáhara, fomentan un entorno propicio para el crecimiento de diversos tesoros micológicos. El rico y singular ecosistema de Marruecos alberga una notable diversidad, que nos proporciona un auténtico retablo de las 12 setas más comunes. Viaje con nosotros para adentrarnos en el intrincado mundo de la micobiota de Marruecos y explorar sus características únicas, sus usos culinarios y su belleza oculta.
Setas más comunes
1. Xanthoria parietina
El xanthoria parietina se reconoce por sus vivos tonos amarillos y naranjas, así por la forma ondulada de sus bordes. Es común verle creciendo en las cortezas de los árboles, y sobre cualquier otro lugar con presencia de sales minerales. Es muy resistente a la polución, por lo que se usa como indicador de calidad del aire. También se ha utilizado para obtener tintes amarillos y marrones.
2. Evernia prunastri
El evernia prunastri no es solamente un hongo, sino un liquen, una asociación cooperativa entre un hongo y un alga. Crece principalmente sobre el roble, bien sea en su tronco o en las ramas. Se ha usado como tinte para telas, y como ingrediente en perfumes.
3. Esquizófilo común
El esquizófilo común está formado por pequeñas ‘conchas’ que llegan a dar una impresión de grandeza al formarse juntas, haciendo así una especie de figura florida con muchos pliegues blancos con interiores grisáceos y de aspecto alminar. También suele estar rodeado de ‘pelillos’. Se desaconseja su consumo y su recolección.
4. Phellinus pomaceus
La carne del phellinus pomaceus es tan dura como la madera de los árboles que parasita. Suele crecer en árboles frutales, especialmente en los ciruelos. Puede resultar difícil distinguirlo entre la madera debido a las tonalidades marrones y pardas que adopta.
5. Liquen.
El talo de este liquen se describe como folioso, que tiene el aspecto de las hojas, aunque las porciones centrales del talo pueden aparecer casi crujientes. Es pequeño, típicamente de menos de 5 cm (2 pulg.) De ancho, con lóbulos de menos de 2 mm (0,08 pulg.) De ancho, adpresos o sin apretar. La superficie superior es de un tono anaranjado, mientras que la superficie inferior es blanca, corticada, con aletas cortas y dispersas (una estructura de unión producida por algunos líquenes). Los propágulos vegetativos llamados soredia e isidia están ausentes, aunque la apotecia es común. Se ha descrito que posee thalli hinchado, de color amarillo anaranjado (en corrientes), thalli anaranjado compacto (en cantos rodados) o thalli rojo anaranjado oscuro en las caras de roca más secas. La variedad X. elegans var. Granulifera, caracterizada por tener propágulos vegetativos similares a isidia, ha sido reportada desde Groenlandia y Spitsbergen.
6. Tapa de tinta escamosa
Lo más llamativo del tapa de tinta escamosa es su forma cambiante a medida que crece, al principio el sombrero está unido al tallo y tiene forma ovoide. Luego se despliega en forma horizontal, a veces los bordes se curvan hacia arriba o hacia abajo. Esta seta no es comestible, además, tiene la peculiaridad de poseer coprina, una sustancia que interactúa con el alcohol provocando trastornos todavía más desagradables.
7. Rejas del diablo
El rejas del diablo resalta por su evolución: inicialmente surge como un huevo blanco, pero posteriormente “eclosiona” en una especie de malla de color anaranjado intenso. Sin un pie, está plantado como una obra de arte y se encarga de atraer a las moscas con un olor fétido, indicador de su toxicidad.
8. Coprino blanco y negro
Una especia no comestible (sin que existan reportes de su toxicidad) por producir un mal sabor, parecido al de la naftalina, al ser cocinada, coprino blanco y negro suele aparecer en primavera y otoño en suelos donde haya mucha materia orgánica en descomposición. Dura muy poco antes de desaparecer, y dejar un rastro negro en el suelo en el que habitó.
9. Pseudevernia furfuracea
Pseudevernia furfuracea se asocia con fotobiontes del género de algas verdes Trebouxia. Se reproduce asexualmente por isidia. Se ha investigado la ontogenia del desarrollo de isidia y su papel en el intercambio de gases de CO2 en P. furfuracea. Las superficies de crecimiento preferidas para P. furfuracea son los llamados árboles de corteza "pobres en nutrientes", que incluyen abedul, pino y abeto. La especie tiene dos variedades morfológicamente idénticas que se distinguen por los metabolitos secundarios que producen: var. ceratea Zopf. produce ácido de oliva y otros ácidos fisódicos, mientras que la var. La furfuracea produce ácido fisódico pero no olivórico. Algunos autores (p. Ej., Hale 1968) han separado los quimiotipos a nivel de especie, designando los especímenes que contienen ácido olivetorico como Pseudevernia olivetorina, pero la literatura más reciente los separa a nivel varietal.
10. Boleto castaño
El boleto castaño (Gyroporus castaneus), es un hongo afín a los árboles de hoja caduca, aunque también se asocia a coníferas. Una característica distintiva de este hongo, es que su pie es hueco cerca de la base.
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