Las 20 setas más comunes en El Salvador
Explorando los exuberantes paisajes de El Salvador se descubre una gran variedad de especies de setas, una sorprendente muestra de la versatilidad de la naturaleza que prospera en este entorno único. El clima favorable, las ricas condiciones del suelo y la flora y fauna autóctonas de El Salvador desempeñan un papel fundamental a la hora de alimentar la extraordinaria riqueza micológica. Descubra nada menos que las 20 variedades de setas más comunes, aunque admirables, que florecen aquí, cada una de ellas testimonio del rico muestrario de la naturaleza, hábilmente esculpido por las manos de la evolución a lo largo de milenios.
Setas más comunes
1. Coprino diseminado
El coprino diseminado es un hongo tóxico, que suele aparecer en grandes grupos, muy densos, en troncos y raíces de bosques de toda clase, en primavera y nuevamente en otoño. No se le considera habitualmente un hongo comestible, lo que se aprecia por su sombrero plisado y de un color pálido, que no invita a su consumo.
2. Calostoma cinnabarinum
Calostoma cinnabarinum es un miembro de la familia Sclerodermataceae. Originalmente, estaba distribuido en el este de América del Norte, América Central, el noreste de América del Sur y Este de Asia.
3. Hongo azul
El hongo azul es una curiosa especie de seta que se da en todo el mundo, excepto Europa. Su peculiar coloración es azul y desprende un intenso olor. El látex que emana al romperse, también de color azul, cambia de color ante el contacto con el aire y se vuelve verde. Es imposible que pase desapercibida, pues, como si fuera poco, puede crecer hasta los quince centímetros de diámetro.
4. Esquizófilo común
El esquizófilo común está formado por pequeñas ‘conchas’ que llegan a dar una impresión de grandeza al formarse juntas, haciendo así una especie de figura florida con muchos pliegues blancos con interiores grisáceos y de aspecto alminar. También suele estar rodeado de ‘pelillos’. Se desaconseja su consumo y su recolección.
5. Lentinus crinitus
El lentinus crinitus (Lentinus crinitus), es una seta nativa de la selva amazónica. Este hongo de aspecto común es fuente de alimento para las comunidades indígenas Yanomami. Crece en troncos y ramas gruesas de maderas blandas, y es recolectado en sitios de agricultura de roza y quema, luego del segundo año de siega. Es un hongo patógeno, abundante y fácil de cultivar.
6. Aseroe rubra
Es reconocible por su olor a excremento, que atrae gran cantidad de moscas, y su forma de anémona cuando madura.
7. Hongo velo de novia
El hongo velo de novia se caracteriza por poseer una envoltura en forma de encaje redado que cae hasta el suelo. Este "velo" parece servir como plataforma para los insectos a llegar hasta la gleba y alimentarse de ella, lo que ayuda a la dispersión de sus esporas. Como todas las especies de phallus, estos hongos son sapróbicos y se alimentan de la descomposición de la madera y la materia orgánica de las plantas.
8. Leucocoprinus fragilissimus
La tapa del cuerpo del fruto es de hasta 4,5 cm (1,8 pulgadas) de ancho, en forma de campana cuando es joven y crece hasta convexarse en la madurez. Tiene un color amarillo pálido que se desvanece con la edad y branquias blancas. El tallo estrecho tiene entre 1 y 3 mm de espesor y es muy frágil.
9. Dacryopinax spathularia
El nombre chino del pequeño dacryopinax spathularia traducido significa "dulce oreja de osmanthus" porque su forma recuerda a las pequeñas flores de ese arbusto. Una característica muy llamativa es su textura similar a la gelatina, al madurar se torna de una textura más firme y parecida al cuero.
10. Hexagonia hydnoides
El hexagonia hydnoides (Hexagonia hydnoides), es un hongo propio de los trópicos, que posee una capa cubierta con pelos de color café oscuro casi negros, y con poros de unos 4 cm de diámetro. Crecen en maderas con texturas rugosas y húmedas; causando manchas de color blanco en el árbol en descomposición. Conocido también como “hongo de oreja”, no es comestible y se considera un patógeno vegetal.
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