Un lugar fresco, seco y oscuro con temperaturas alrededor de 50-60°F (10-15°C) y baja humedad es ideal.
Secado con deshidratador: Mejor para el control regulado del flujo de aire y la temperatura, adecuado para hongos con alta humedad.
Secado al aire: Aprovechando el flujo natural de aire, ideal para hongos menos carnosos con menor contenido de humedad.
Secado en horno: Utiliza calor bajo para hongos que necesitan una eliminación rápida de agua, monitorear para evitar sobrecalentamiento.